Protector solar: aprendé a cuidar tu piel

 

Protector solar: aprendé a cuidar tu piel

¿Sabías que la piel es el órgano más grande de tu cuerpo y que está expuesta todo el tiempo? Protegerla no solo es cuestión de estética, sino también de salud. Acá te contamos todo lo que necesitás saber sobre el cuidado solar.

 

¿Por qué protegerse del sol?

El sol es una fuente de energía vital, esencial para la síntesis de vitamina D, que fortalece los huesos, los dientes y el sistema inmunológico. Sin embargo, una exposición inadecuada puede provocar daños irreversibles en la piel. Desde manchas, arrugas prematuras y quemaduras, hasta enfermedades graves como el cáncer de piel. Además, los efectos del sol son acumulativos: el 80% del daño solar ocurre antes de los 18 años.

 

El sol emite radiación ultravioleta (UV) que afecta a nuestra piel de diferentes maneras:

  • Rayos UVA: penetran profundamente en la piel y causan envejecimiento prematuro y daños en el ADN.
  • Rayos UVB: afectan las capas más superficiales, provocando quemaduras solares y aumentando el riesgo de cáncer de piel.
    Estos rayos pueden dañar tu piel incluso en días nublados, fríos o al estar cerca de superficies reflectantes como agua, arena, nieve o cemento.
      El protector solar no es solo para el verano: usalo todos los días, incluso si está nublado.


¿Cuándo y cómo protegerte?

  • Evitar horarios de alta radiación: limitá la exposición al sol entre las 10:00 y las 16:00. 
  • Busca sombra: usá sombrillas o árboles para protegerte, especialmente a los chicos.
  • Protección incluso bajo techo: recordá que los rayos UVA atraviesan los vidrios, así que aplicá protector solar aunque estés en el auto o en casa cerca de ventanas.
  • Vestimenta adecuada: usá ropa de colores claros, sombreros de ala ancha y lentes de sol con filtro UV.

Eligiendo el protector solar ideal

El Factor de Protección Solar (FPS) mide el nivel de defensa contra los rayos UVB. Según tu tipo de piel, podés elegir:

  • FPS 6-14: para pieles poco sensibles.
  • FPS 15-29: para pieles moderadamente sensibles.
  • FPS 30-50: ideal para pieles muy sensibles.
  • FPS 50+: recomendado para pieles extremadamente sensibles.
  • El protector solar debe ser de amplio espectro (contra UVA y UVB) y aplicarse generosamente 30 minutos antes de la exposición. No olvides áreas sensibles como orejas, cuello, manos y empeines.
     Aplicá el protector 30 minutos antes de exponerte al sol y renovalo cada 2 horas, después de nadae, secarte con toalla o transpirar.

 

Más allá del protector solar

Además de usar protector, hay otros hábitos que podés adoptar para maximizar tu cuidado:

  • Superficies reflectantes: recordá que la radiación se intensifica en superficies como agua, arena o nieve.
  • Regla de la sombra: si tu sombra es más corta que tu altura, evitá exponerte.
  • Vitamina D con precaución: tomar sol en horarios adecuados es suficiente para sintetizar la vitamina D sin riesgos.

Proteger tu piel es un hábito que garantiza salud y bienestar a largo plazo. Consultá con tu farmacéutico de confianza para encontrar el producto ideal para vos y disfrutá del sol de manera saludable.

 


Fuentes:

Ministerio de Salud

CAEME

La Roche Posay

Nivea

 

 

 

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