Las opciones son enormes una vez que uno entra a la farmacia pero ¿Cuál se debe comprar? ¿Qué factor es el recomendado para transitar el verano? ¿Cada cuánto tiempo me lo tengo que poner si estoy expuesta al sol?
1- Protección solar
Cuidar la piel de la radiación solar es fundamental si queremos prevenir lesiones, daños, manchas o envejecimiento. La recomendación es usar productos con factor de protección solar (FPS) superior a 30 durante todo el día para proteger a nuestra piel de los rayos UVB y UVA. Es importante no escatimar en la cantidad y aplicar el bloqueador en todo el cuerpo, incluso en aquellos lugares que solemos olvidar como orejas, cuello y empeine.
Elegí ropa liviana
Lo mejor para estos tiempos de calor es usar ropa de telas livianas y fibras naturales, de colores claros que no ajusten demasiado la piel para evitar marcas y rozaduras.
2- Sombrero, lentes de sol y protector de labios
Estos tres básicos no pueden faltar en tu kit de cuidados. Proteger el cuero cabelludo, los ojos y los labios es tan importante como cuidar al resto del cuerpo. Siempre que estés al aire libre, usá gorra o sombrero, gafas de sol certificadas con filtro UVA y UVB y un protector solar para labios.
¡Cuidadito con el sol!
Evitá exponerte de forma directa entre las 10 y las 16 hs. Te recomendamos reaplicar el protector solar cada 2 o 3 horas, elegir siempre productos con FPS alto y texturas adecuadas a cada tipo de piel.
3- Reforzar la hidratación, por dentro y por fuera
La hidratación del cuerpo es fundamental; y como estamos por dentro, se refleja por fuera. Para que nuestra piel se mantenga sana e hidratada durante la época estival, además de aplicar cremas humectantes a diario (y sobre todo si estuvimos expuestos al sol), es esencial hidratar nuestro organismo. Te recomendamos beber de 2 a 3 litros de agua al día, incorporar a las comidas frutas y verduras frescas y acuosas (como melón, sandía o pepino) y seguir una dieta saludable, rica en antioxidantes.
Batidos y licuados de colores
Te invitamos a reemplazar gaseosas o jugos por batidos naturales de frutas o verduras. Podés hacerlos a base de agua o leche y sumarlos a todas tus comidas o colaciones.
Disfrutemos del verano, de las largas horas del sol y de su energía, pero siempre cuidándonos y protegiéndonos con los productos indicados, con una buena hidratación y con hábitos saludables.
Ante la menor inquietud siempre consultá a tu médico de cabecera.
¿Escuchaste la expresión «tan suave como la colita de un bebé»? Quien quiera que la haya escrito había borrado de su memoria la dermatitis del pañal. Primero, aparecen algunas marquitas rojas, después un sarpullido y de repente… ¡Ay! Te sentís la peor mamá del mundo. Bueno, no es así: cuidar la piel del bebé es un poco complicado. Es especial: suave, delicada y sensible y en los primeros días, es super frágil y susceptible al daño hasta que se adapta a la vida fuera de la mamá. La piel del bebé necesita productos especiales para la higiene.
Las opciones son enormes una vez que uno entra a la farmacia pero ¿Cuál se debe comprar? ¿Qué factor es el recomendado para transitar el verano? ¿Cada cuánto tiempo me lo tengo que poner si estoy expuesta al sol?
Durante el invierno, la piel pierde cerca de un 25% de su capacidad de retención de humedad. El aire frío, el viento, el clima seco e incluso las heladas nos afectan de forma directa, dejando un aspecto reseca y opaco. Si querés cuidar tu piel y mantenerla sana durante las épocas más frías del año, te damos algunos consejos.
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