Maternidad: claves para volver al trabajo
Volver a trabajar después de ser mamá puede ser desafiante, pero también gratificante. Acá compartimos las claves para una transición sin culpas, priorizando el bienestar y el equilibrio.
Un cambio profundo en la vida
Ser mamá es un cambio de vida profundo y volver al trabajo tras la licencia puede traer muchas emociones: ilusión, miedo, culpa, ansiedad y también ganas de recuperar la rutina. Todo es válido.
El regreso al trabajo tras la maternidad no es solo una cuestión logística, sino también emocional e identitaria. El nacimiento de un hijo es una crisis vital que transforma la identidad, explica la especialista Ludmila Bosco Ackerman (@psico.lubosco). La vida profesional y la maternidad pueden coexistir, pero el proceso de integración de ambas facetas es distinto para cada persona.
La importancia de planificar el regreso
Un regreso organizado reduce el estrés y ayuda a una adaptación progresiva. Antes de volver, es clave revisar detalles como:
- Licencias y derechos laborales: conocer cuántos días de licencia te corresponden, si podés acceder a reducción horaria o teletrabajo.
- Horarios y logística: definir horarios de lactancia, traslados y organización familiar.
- Red de apoyo: contar con familiares, pareja o niñera que te ayuden con la transición.
La culpa: una sensación normal, pero no necesaria
Sentir culpa por separarte de tu bebé es común, pero no tiene que dominar tu experiencia. Volver al trabajo no significa que sos menos mamá ni que tu bebé estará desprotegido.
Estudios indican que los niños de madres que trabajan desarrollan independencia y habilidades sociales de manera efectiva. Además, una madre que se siente realizada laboralmente suele transmitir mayor seguridad emocional a sus hijos.
Consejos para un regreso amable y positivo
- Planificación anticipada: organizar con tiempo la logística del regreso ayuda a reducir el estrés.
- Flexibilidad y realismo: aceptar que la adaptación lleva tiempo y que es posible que se necesiten ajustes en la rutina inicial.
- Delegar sin culpa: tanto en el ámbito laboral como en el personal, aprender a delegar es clave para evitar el agotamiento.
- Gestión de la culpa materna: es importante recordar que una madre que se cuida y se desarrolla profesionalmente puede ofrecer un ejemplo positivo a su hijo.
Priorizar el bienestar: un pilar para mantener el equilibrio
Volver al trabajo no significa descuidarte. Cuidar tu alimentación, mantenerte activa y buscar momentos de relajación son esenciales. Podés apoyarte en suplementos vitamínicos si te sentís agotada y consultar a tu farmacéutico de confianza para encontrar opciones que te ayuden a mantener tu energía.
Asimismo, buscá espacios de autocuidado: una pausa para tomar un té, leer un libro o simplemente respirar profundo. Pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar.