Muchos cambios del cuerpo suceden casi sin que nos demos cuenta. Uno de ellos es el envejecimiento de la piel. Lo bueno es que con una rutina de cuidados adecuada que incluya ingredientes aliados antiage, podremos prevenir y tratar la aparición de signos de la edad en nuestro rostro.
Los efectos del envejecimiento aparecen por cuestiones cronológicas naturales ( nuestro produce menos colágeno y elastina y eso provoca arrugas y pérdida de firmeza de la piel ); y por factores externos como el estilo de vida, el estrés, la contaminación, una alimentación no equilibrada, exposición al sol sin protección, etc.
Por eso, desde los 30 años en adelante, además de ocuparte de llevar una alimentación equilibrada, hidratación correcta y protección solar, es clave tener una rutina de cuidados diarios de la piel, formulada con potentes ingredientes antienvejecimiento y de eficacia probada.
3 ingredientes aliados en tu rutina antiage
1. Retinol
El retinol es un activo derivado de la vitamina A que está presente de manera natural en la piel. Estimula la renovación celular evitando el envejecimiento prematuro, ayuda a la producción natural de colágeno y ácido hialurónico, combate las arrugas o manchas y reduce el tamaño de los poros.
Podés encontrar el retinol en cremas, lociones o cosméticos. Es clave emplearlo durante el otoño e invierno, cuando la piel está menos expuesta al sol. Sus resultados son sorprendentes: mejora la textura de la piel, uniformiza el tono y aclara las manchas de las pieles más maduras.
2. Vitamina C
La vitamina C es famosa por sus propiedades antioxidantes que benefician a todo el cuerpo y por su capacidad de facilitar la absorción de otras vitaminas y minerales, como el hierro. Además, tiene la capacidad de ayudar a disminuir la inflamación que puede provocar, por ejemplo, el sol en nuestra piel.
En la rutina antiedad, la vitamina C es muy importante para la construcción de colágeno y la cicatrización de la piel, ayudando a proteger el rostro y colaborando en la prevención de manchas y arrugas.
La recomendación de los expertos es usar un serum con vitamina C antes de la crema hidratante y del protector solar, todos los días por la mañana.
3. Ácido Hialurónico
Aproximadamente el 50% del ácido hialurónico total del cuerpo se encuentra en el tejido de la piel. Es un componente que permite que los tejidos sean resistentes a la compresión, ayuda con el movimiento libre de las células y sus interacciones, mientras mantiene los tejidos hidratados.
Este ingrediente captura y mantiene el agua en la piel y la regulación de los tejidos, mientras funciona como una esponja: retiene una reserva de agua en la dermis para evitar que se seque y mantener equilibrada la cantidad de agua en la piel.
Sumar serums o cremas con este ingrediente puede ayudar a reponer los niveles reducidos y estimular la síntesis natural de ácido hialurónico en la piel. Los estudios demuestran que la piel está más hidratada e hidratada después de la aplicación tópica de ácido hialurónico.
¡Que no falte la protección solar!
Aun en días nublados, los rayos UV del sol alcanzan la superficie de la tierra y son capaces de dañar nueva piel. A lo largo de los años, la exposición inadecuada al sol (es decir, sin protección solar o en horarios peligrosos) puede provocar fotoenvejecimiento. Esto representa la reacción de la piel tras años de acumulación de radiación solar en la que se torna más fina, con irregularidades en el tono, manchas y arrugas.
Lamentablemente, la exposición al sol es uno de los factores que provoca la disminución del colágeno y el proceso de formación de melanina en la piel que hablábamos al comienzo, provocando arrugas profundas y manchas, teniendo un efecto multiplicador de los signos del envejecimiento.
Es importante que todos los días utilices protector solar como paso final de tu rutina antiedad diaria, y que lo refuerces varias veces al día.
Ante cualquier duda, sugerimos consultar con tu dermatólogo de confianza.
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