Todos los 29 de septiembre, la Organización Panamericana de la Salud junto con la OMS, celebran el Día Mundial del Corazón, con el objetivo de concientizar sobre la prevención, el control y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
Es importante incorporar hábitos de vida saludables desde la infancia para prevenir la aparición de enfermedades del corazón durante la edad adulta; existen 2 pautas fundamentales para lograrlo:
Ser más activo:
✓ Intentá realizar como mínimo 30’ de actividad física moderada, 5 días a la semana.
✓ Bailá, caminá, pasea en bicicleta, hacé ejercicio con amigos, todas estas opciones son maneras de estar motivado y que sea más divertido. ¡Todo cuenta!
Alimentarse de manera saludable:
✓ Reducí el consumo de bebidas azucaradas, reemplazándolas por agua o jugos naturales.
✓ Sustituí los dulces por frutas frescas.
✓ Limitá el consumo de alimentos procesados y envasados, ya que tienen alto contenido de sal, azúcar y grasas.
✓ Incluí en la dieta frutas y verduras.
✓ Reducí el consumo de bebidas alcohólicas, dentro de los límites recomendados.
✓ Evitá el consumo de tabaco.
✓ Prepará comidas saludables para llevar al colegio o al trabajo.
Es fundamental visitar al médico en forma periódica para realizar controles de rutina que permitan medir los niveles de colesterol y azúcar en sangre, como así también controlar el peso y la presión arterial.
Conocer el riesgo de enfermedades cardiovasculares permite actuar a tiempo y planificar cómo mejorar la salud del corazón, como así también la calidad de vida de los pacientes.
Hoy en día somos más conscientes que nunca de la importancia del cuidado de la salud y la de nuestros seres queridos; por este motivo es fundamental estar conectados con nuestro propio corazón, para mantenerlo sano, nutrido y cuidado.
¿Escuchaste la expresión «tan suave como la colita de un bebé»? Quien quiera que la haya escrito había borrado de su memoria la dermatitis del pañal. Primero, aparecen algunas marquitas rojas, después un sarpullido y de repente… ¡Ay! Te sentís la peor mamá del mundo. Bueno, no es así: cuidar la piel del bebé es un poco complicado. Es especial: suave, delicada y sensible y en los primeros días, es super frágil y susceptible al daño hasta que se adapta a la vida fuera de la mamá. La piel del bebé necesita productos especiales para la higiene.
Las opciones son enormes una vez que uno entra a la farmacia pero ¿Cuál se debe comprar? ¿Qué factor es el recomendado para transitar el verano? ¿Cada cuánto tiempo me lo tengo que poner si estoy expuesta al sol?
Durante el invierno, la piel pierde cerca de un 25% de su capacidad de retención de humedad. El aire frío, el viento, el clima seco e incluso las heladas nos afectan de forma directa, dejando un aspecto reseca y opaco. Si querés cuidar tu piel y mantenerla sana durante las épocas más frías del año, te damos algunos consejos.
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